En un escenario político que evoluciona constantemente, las declaraciones pasadas y las acciones presentes a menudo se entrelazan de maneras complejas. Hace ocho años, el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, junto con Martí Batres Guadarrama, quien en ese entonces representaba a Morena Nacional y ahora es Jefe de Gobierno, expresaron críticas hacia la dinámica política en Gustavo A. Madero, particularmente en relación con la sucesión de la alcaldía.
Durante ese período, López Obrador y Batres cuestionaron la decisión de Víctor Hugo Lobo y Nora Arias, en la que Lobo, el esposo, parecía estar pasando el cargo de alcalde a su esposa. Las declaraciones de López Obrador y Batres reflejaban preocupación y escepticismo sobre este proceso. López Obrador comentó: "Sale la señora Arias, y ahora quiere volver a gobernar su esposo. ¿De qué se trata? ¿Luchamos para eso?" Por su parte, Batres expresó su desaprobación con una retórica más incisiva, comparando a la pareja con figuras históricas: "¿Quién se creen? ¿Qué se creen? Víctor Hugo Lobo y Nora Arias, ¿que se creen? Maximiliano y Carlota".
Estas críticas se intensificaron durante un mitin en Coatepec en 2015, donde López Obrador y Batres enfrentaron a grupos hostiles, conocidos localmente como "porros". En ese evento, López Obrador instó a la calma: "No, no caigan en ninguna provocación. Me dio mucho gusto estar aquí con ustedes, miren lo que nos ha hecho este señor lobo. ¡Qué barbaridad! ¿Los mandó Mancera o lobo?".
En el proceso electoral en curso, se observa una dinámica similar en la que Francisco Chiguil, miembro del partido Morena, parece estar preparando el camino para que su esposa, Beatriz Rojas, lo suceda en un cargo similar al que ocupaba Víctor Hugo Lobo años atrás. Esta situación invita a reflexiones sobre la coherencia política y los patrones de sucesión en la política local de Gustavo A. Madero.
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